La censura, pedofilia y pederastia.

Normalmente, cuando un adulto resulta ser atraído por la figura de un niño o una niña, se le nombra indistintamente como pedófilo o pederasta, sin embargo, estos dos términos NO significan lo mismo, NO son sinónimos. Así pues, la Real Academia Española define pedófilo a aquel adulto que siente cierta atracción sexual hacia un menor, mientras que pederasta, a aquel que consuma el acto.

Obviamente, trato este tema debido a un texto que hemos leído en clase de Literatura, llamado Lolita, del autor ruso Navokov. Este autor nació el 23 de abril de 1899 en la provincia de San Petersburgo, muriendo setenta y ocho años después, en 1977. Nabokov es famoso por sus argumentos complejos, sus inteligentes juegos de palabras y su uso de la aliteración. Obtuvo fama y notoriedad con su novela Lolita, publicada en el año 1955, que trata de la pasión consumada de un hombre adulto por una niña de doce años. Ésta y sus otras novelas, especialmente Pálido fuego (1962) y, sobre todo, Ada o el ardor (1969), le proporcionaron un lugar entre los grandes novelistas del siglo XX.

Como iba diciendo, a día de hoy se han informado de bastantes casos de pederastia, aquí os dejo un enlace donde se puede ver claramente un mapa (realizado por la Cadena Ser) en la que la Iglesia, toma el puesto del protagonista. Enlace. Hablar de este tema parece ser tabú, sin embargo, creo que una de las cosas más importantes que un escritor ha de tener en cuenta, es que lo que él quiere transmitir con unas simples y fugaces palabras, a lo mejor sí, es cierto que ahora mismo no tengan repercusión alguna, pero tal vez, en unos años alguien las oiga. Por ello, una de las cuestiones que Luisa nos preguntó en la clase donde tratamos este relato fue acerca de la censura. ¿Estamos o no de acuerdo con ella? 

Bien, la pregunta parece ser sencilla. En el fondo, a nadie le gusta que le censuren, ya sea su cuerpo (en lo que ahora mismo hay bastante polémica en cuanto, por ejemplo, de si los pechos de las mujeres deberían ser censurados o no) los libros, las películas, la música. Obviamente, todos estos ejemplos van ligados a una de las ideologías políticas que más daño han causado en la Historia Contemporánea, el fascismo. Por tanto, es fácil responder con un ''no'' a dicha pregunta. Pero como planteó una de mis compañeras, ¿qué tan bueno es escribir o enseñar todo aquello que deseamos? Al igual que ella opinó, un hombre machista puede publicar un libro en el que difame a las mujeres y por el cual tenga un gran número de seguidores que le apoyen. Y en parte, es cierto que las novelas, el cine, el mundo del espectáculo en general, forman un factor clave en la construcción de la psicología de un ser humano, muchísimo mayor hoy en día con los múltiples medios de comunicación existentes. Sin embargo, no estoy de acuerdo con la opción que ella planteó. Como muchos sabemos, no es la primera vez que a un hombre machista, se le contesta a través de otro libro, o inclusive periódico. Por lo tanto, no sería una opción válida.
La censura no es más que uno de los medios que tienen ciertos gobiernos para silenciar al pueblo. Para provocar que se centre en problemas menores. Y no nos damos cuenta, que realmente es una lástima todas aquellas personas que no pueden alzar la voz, porque si lo hacen, lo mejor que les puede ocurrir es la muerte. Por supuesto estoy en contra de la censura. Ya que, si lo pensamos detenidamente, por ejemplo si yo ahora mismo escribiese un libro acerca de la Segunda Guerra Mundial, donde murieron millones de personas, estoy en el fondo utilizando una situación dramática que afectó a seres humanos, pero debemos de tener en cuenta que tal vez, en unos años, este libro tendrá cierta polémica y jamás se volverá a repetir un episodio tan horrible como fue este. Es una forma de recordar nuestros errores, para que no vuelvan a suceder. 

Por otra parte y volviendo a la pedofília/pederastia, en ciertos casos se utiliza de manera incorrecta. Me explico. Tengo una pareja de amigos, en la cual la chica, en este caso, es menor de edad (tiene catorce años). Él, sin embargo, tiene diecinueve. Ha sido acusado en múltiples ocasiones de ser un pedófilo y de utilizar a una ''niña'' para sus fines sexuales. Y no estoy de acuerdo en absoluto, por razones biológicas y amistosas.
 La biología establece siete etapas de desarrollo del ser humano. Desde el nacimiento hasta los seis años, es la infancia. Después le precede la niñez, desde esa edad hasta los DOCE años. Más tarde, viene la adolescencia, desde los doce hasta los veinte años. Es decir, mis amigos, por ejemplo, son los dos adolescentes. Recuerdo que la pederastia/pedofilia es una atracción plenamente sexual de un ADULTO hacia un niño. 

Mi pareja y yo, por poner otro ejemplo, nos encontramos en la misma situación. Yo tengo diecisiete años, apunto de cumplirlos, y él sin embargo, diecinueve. Es cierto que la diferencia de edad entre unos y otros es abismal, pero aún así es la misma situación, una menor con una persona mayor de edad. Por otra parte, no hace falta decir que si mi amigo está con esa chica o yo estoy con mi pareja, no es en absoluto por fines plenamente sexuales. El sexo es una etapa más de una pareja, y aunque se toma por tema tabú es sencillamente eso, una etapa, un momento precioso que le regalas a una persona que quieres. Y no por eso, estás cometiendo ningún pecado. 

Ahora bien. Esto no se atribuye en absoluto a un hombre que sin el consentimiento de una persona, se beneficia de ella, sexualmente hablando. Obviamente, la madurez que tengo yo con diecisiete años no la tiene una niña o niño de doce. Imposible. Yo tampoco la tenía a esa edad. Y obviamente, una persona de, tal vez, cincuenta, sesenta, setenta años, tiene una capacidad de convicción superior a la del resto. Por tanto, en este caso no estoy de acuerdo con las relaciones entre un menor y un adulto.

Andrea De La Fuente Igual.