En clase ya leímos hace un tiempo un fragmento de
El Caballero de la Carreta, de
Chretien de Troyes. La obra narra las aventuras del cabalero Lancelot (Lanzarote) en busca de Ginebra, prisionera de Meleagant, aquí se puede admirar el amor cortés, el cual consiste en un caballero que, enamorado de una dama normalmente de familia proveniente de la nobleza, comienza a crear una relación basada en el vasallaje (sacrificarse por su dama, por ejemplo). Este tipo de amor era prohibido y se solía mantener en secreto, puesto que no formaba parte de un matrimonio de conveniencia creado por los familiares de los enamorados.
En este caso, la obra da un giro inesperado, pues lo que todo el mundo espera es que Lanzarote consiga vencer a Meleagant y sea feliz con la dama. No, Ginebra de hecho le hace subirse de vuelta a la carreta, lo que significa un gran sacrificio de la valentía del caballero.
Dicho en otras palabras, Lanzarote se ha enseñado asimismo los llamados "valores cristianos" en la actitud: la humildad, la sumisión y el sacrificio personal.
Leyre Hernández Luzón.
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