La importancia de llamarse Karenina.

Hace un tiempo leímos en clase de literatura el texto titulado Ana Karenina, escrito por Leon Tolstoi. Aunque obviamente, antes de poder entrar en materia acerca de este relato, hablaré brevemente del escritor.

Su nombre de pila era Lev Nikoláievich Tolstói, y se trataba de un conde. Nació el día 9 de septiembre de 1828, muriendo ochenta y dos años después a causa de una neumonía, en noviembre de 1910.

Fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura universal. Sus dos obras más famosas, Guerra y Paz y Ana Karenina, están consideradas como la cúspide del realismo ruso. 

Aquí dejo un enlace para leerlo: Libro completo.

Para realizar esta entrada Luisa nos pidió que echásemos un vistazo al artículo titulado ''La importancia de llamarse Karenina''. En él, se hace una reflexión acerca de por qué las mujeres debían, o inclusive, actualmente debido a  ciertas costumbres, las mujeres deben adoptar el apellido de su marido. Es decir, abandonan una parte de su ser para convertirse totalmente en una propiedad. Tal vez, cuando observamos apellidos extranjeros no nos percatamos de la gravedad del asunto, pero si lo trasladamos a España, quedaría algo así: ''Señora de...''. ¿Ese ''de'' se refiere especialmente al apellido, o que la mujer pertenece a su marido? Afortunadamente, ahora mismo se dan muy pocos casos donde ocurra esto, pero por ejemplo, en EE.UU todavía hay casos. En YouTube, conozco a una chica que hace vídeos de belleza cuyo nombre es Rosa Salinas, y tras casarse, pasó a denominarse Rosy McMichael. El nombre de su marido es Aaron McMichael. Es verdaderamente triste que a estas alturas se siga denominando al sexo femenino como inferior y tener que ver esta clase de situaciones vergonzosas y vejatorias. 

''Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo''.Toltoi.

Por último, dejo el vídeo del trailer de la película basada en esta novela: Enlace.