Hace un tiempo Luisa nos mandó escribir un Haiku.
Sin duda, el rasgo más distintivo de un haiku es su forma: los haikus se escriben en tres o cuatro versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Esta métrica es flexible: nada nos impide escribir haikus que tengan un número de sílabas ligeramente distinto, que no por ello dejarán de ser haikus. Por otra parte, este poema exije un ''kigo''. El kigo es una palabra o expresión que indica la época del año a la que se refiere un poema. Además, por lo general, los haikus muestran escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana. En un haiku el poeta transmite la emoción que ha sentido al contemplar algo. Es aquí donde éste deja de ser un texto meramente descriptivo para convertirse en poesía. La impresión transmitida puede ser una de belleza, de armonía, de serenidad, de fugacidad, de melancolía... A menudo, la escena mostrada remitirá a un significado universal. Por otra parte, los haikus se escriben con un estilo coloquial, que evite que el lector se nos distraiga de lo realmente importante en el poema: la escena mostrada y la impresión que ha causado su contemplación.
Aquí dejaré algunos ejemplos que se me han ocurrido mientras escribía.
Lágrimas volátiles,
luna de verano.
Me acaricia el alma,
un susurro.
------------------------------------
Camino,
luces y sombras,
estrellas a mi espalda.
------------------------------------
Lluvia congelada.
Gotas titubeantes
en mis cristales empañados.
Andrea De La Fuente Igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario