Cristina de Pizán, o Pisán, fue italiana de nacimiento, pero francesa de adopción. Nació en el año 1364 en Venecia, y murió en 1430. Su madre siempre le guió a que realizase las tareas propias del hogar, como anteriormente se educaba a las mujeres, sin embargo ella al seguir los pasos de su padre heredó su curiosidad intelectual y su interés por el estudio.
Escribió algunas obras con tintes autobiográficos, como El libro del cambio de fortuna; en otras reflejó su visión de la política, y algunas más, incluyen descripciones que hoy nos sirven para conocer algunas costumbres de entonces. También reflejó en sus escritos la admiración que le produjeron algunos personajes contemporáneos suyos, como Juana de Arco. Sobretodo escribió defendiendo el derecho de la mujer a ser considerada un ser humano con conciencia, sensibilidad y cabeza para pensar.
Christine, o Cristina en castellano, que nació mujer, reflexionó sobre sí misma y su conducta y sobre las mujeres que conoció. Estaba convencida de que si se educaba a las mujeres de la misma manera que a los hombres, estas podrían tener las mismas facultades que ellos.
CITAS.
En el año 1405, escribe La ciudad de damas, que comienza así:
- “Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de palabra, bien en escritos y tratados. Yo, que he nacido mujer, me puse a examinar mi carácter. [...] Me propuse decidir, en conciencia, si el testimonio reunido por tantos varones ilustres podría estar equivocado. Pero por más que intentaba volver sobre ello, apurando las ideas como quien va mondando una fruta, no podía entender ni asimilar como bien fundado el juicio de los hombres sobre la naturaleza y conducta de las mujeres. Al mismo tiempo, sin embargo, yo me empeñaba en acusarlas porque pensaba que sería muy improbable que tantos hombres preclaros, tantos doctores de tan hondo entendimiento y universal clarividencia hayan podido discurrir de modo tan tajante y en tantas obras que me era casi imposible encontrar un texto moralizante, cualquiera que fuera el autor, sin toparme antes de llegar al final con algún párrafo o capítulo que acusará o despreciara a las mujeres”.
En otra ocasión, el escritor y poeta Jan Meun publica un poema llamado Roman De La Rose, donde describe a la mujer como un ser desnaturalizado, malo y depravado.
He aquí un fragmento:
- ''Bien insensato es quien toma mujer, pues la vida en tal estado es difícil y enojosa a causa de las disputas y las peleas, que son resultado de la necedad y el orgullo de las mujeres, a causa de los obstáculos que ellas crean todo el tiempo, y los reproches. Las reclamaciones y las quejas que con cualquier motivo [...] Quien se casa con una mujer pobre debe ocuparse de alimentarla, vestirla y calzarla; y si cree mejorar el estado tomando una mujer rica, apenas logra soportarla, tan orgullosa y arrogante resulta ser.''
Christine, a pesar de la clara difamación que se lleva a cabo en éste, responde al escritor de manera respetuosa e inteligente, ridiculizándolo con sus propias palabras. Algo admirable, más aún teniendo en cuenta la época en la que situamos a esta escritora.
- “¡Qué no se me impute como locura, arrogancia o presunción al hecho de atreverme yo, una mujer, a responder y contradecir a un autor tan sutil cuando él, un hombre solo, se ha atrevido a difamar y a reprochar sin excepción a todo un sexo”.
CURIOSIDADES.
A sus 15 años se casó con Étienne du Castel, lo que fue un matrimonio excepcionalmente feliz. Tomaso, el padre de Cristina, muere debido a una enfermedad en 1390 y Étienne también de forma repentina, por lo que ella quedó viuda a la edad de 25 años, a cargo de tres niños, su madre y una sobrina.
Cuenta con un gran trabajo literario, en primer lugar con Las epístolas de Otea a Héctor, una colección de 90 cuentos alegóricos, además del Libro de la mutación de la fortuna, un poema largo conteniendo ejemplos de su vida y otros personajes famosos. En ese mismo año, en 1403, escribió El camino del largo estudio.
Un año después, fue comisionada por Felipe II de Borgoña, para escribir la biografía de su hermano fallecido, el rey Carlos V de Francia. También escribió un informe halagador y detallado sobre este difunto monarca y su corte en su libro Los hechos y buenas maneras del rey Carlos V.
Por otra parte, se cree que entre los años 1393 y 1412, compuso unas 300 baladas y muchos poemas de breve extensión, sin contar las obras que dedicó a la defensa y protección de las mujeres, como en La ciudad de las damas (1405), o también, en su autobiografía titulada La visión de Christine, escrita también en ese mismo año. Un año después, escribió el Libro de las tres Virtudes.
Tampoco dudó en opinar sobre política en la Epístola a la reina Isabel, de 1405, y sobre la justicia militar en el Libro de los hechos de armas y de caballería, del año 1410.
Christine estaba devastada por las hostilidades con Inglaterra y la guerra de los 100 años, por lo que en 1418 se trasladó a vivir en un convento. Fue contemporánea de la líder militar Juana de Arco, quien convenció al rey Carlos VII de expulsar a los ingleses de Francia. A ella dedicó una de sus últimas obras, Canción en honor de Juana de Arco, en 1429, donde celebra su aparición.
Después de completar este poema en particular, parece que de Pisán, a los 65 años, decidió poner fin a su carrera literaria. Murió en 1430, pero no hay información de éste hecho.
Andrea De La Fuente Igual.
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